El aceite de coco es el único con el que se debería cocinar, puesto que
es el único que no se oxida al calentarlo.
El aceite de coco ayuda a
perder peso, evitar enfermedades cardiovasculares y problemas de tiroides como el hipotiroidismo
tan extendido hoy en día entre las mujeres.
El coco es prácticamente el
único alimento que contiene ácidos grasos de cadena corta, que al
contrario que el resto de las grasas, no necesitan ni enzimas
pancreáticas ni bilis para su digestión, por lo que resulta ideal para
las personas a las que se le ha extirpado la vesícula biliar y tienen dificultades para digerir las grasas, o en general, para
personas con problemas digestivos o de hígado. En los hospitales los
ácidos grasos de cadena corta se incorporan generalmente a pacientes que
requieren una alimentación especial.
El aceite de coco es rico en ácido laúrico de propiedades antivíricas y antibactericidas. La leche materna contiene un 56% de ácido laúrico y es la grasa más predominante. Evita la formación de caries y placa dental.
Se
puede aplicar directamente a la piel como substituto de las cremas
hidratantes o como aceite de masaje. Conserva la piel tersa y sin
arrugas.
Excelente acondicionador para el cabello.
No contiene grasas hidrogenadas (trans) ni colesterol.
Se conserva durante mucho tiempo sin estropearse debido a su alta capacidad antioxidante.
Los efectos beneficiosos del aceite de Coco
Extraído del libro del Dr Mercola: Programa para alcanzar la salud óptima ("Total Health Program")
Traducción de Mónica Gómez Santos
El coco, la "fruta" de la palmera, es un alimento excepcionalmente nutritivo que ofrece muchas ventajas, como ayudarle en la lucha y prevención de enfermedades, incluso ayudarle a perder peso y no volver a recuperarlo. La carne de coco es un alimento particularmente recomendable para las personas de Tipos Metabólicos Proteicos, por su alto contenido en proteína. Los isleños siempre han tenido en gran estima al coco por sus propiedades preventivas y curativas de enfermedades, sobre todo porque son ricos en ácido laurico, un probado agente antivírico, antibacteriano y antimicótico. Los cocos contienen niveles altos de grasa saturada que, contrariamente a la creencia popular, es una grasa necesaria para una nutrición óptima. Hay tres tipos diferentes de grasas saturadas, y los cocos contienen el tipo más sano: los ácidos grasos de cadena media que le ayudarán realmente a perder peso mientras incrementan su salud.
Los ácidos grasos de cadena media (MCFA) abundantes en los cocos se digieren más fácilmente, y son utilizados de manera diferente por el cuerpo que las otras grasas. Mientras que otras grasas se almacenan en las células de cuerpo, los MCFA del aceite de coco se envían directamente al hígado, donde se convierte inmediatamente en energía. Tanto es así, que cuando usted come coco y aceite de coco su cuerpo lo utiliza inmediatamente para producir energía en vez de almacenarla como grasa en el cuerpo. Gracias a que esta rápida y fácil absorción se aligera la carga de trabajo del páncreas, el hígado y el sistema digestivo y el aceite de coco "acelera" su sistema metabólico. Y puesto que el aceite de coco acelera realmente su metabolismo, su cuerpo quemará más calorías al día, lo que se traduce en pérdida de peso y aumento de energía y vitalidad.
Por otro lado, numerosos estudios han demostrado el efecto contrario en las grasas no saturadas con contenido excesivo en omega-6 , como aceites de colza, sésamo, girasol, maíz, y otros aceites vegetales: pueden contribuir al hipotiroidismo y disminuir su ritmo metabólico. Los cocos tienen un alto contenido en proteínas y bajo en carbohidratos. Son también fuente de ácido fólico, de todos los tipos de vitamina B, y de minerales como calcio, magnesio y potasio.
Extraído del libro del Dr Mercola: Programa para alcanzar la salud óptima ("Total Health Program")
Traducción de Mónica Gómez Santos
El coco, la "fruta" de la palmera, es un alimento excepcionalmente nutritivo que ofrece muchas ventajas, como ayudarle en la lucha y prevención de enfermedades, incluso ayudarle a perder peso y no volver a recuperarlo. La carne de coco es un alimento particularmente recomendable para las personas de Tipos Metabólicos Proteicos, por su alto contenido en proteína. Los isleños siempre han tenido en gran estima al coco por sus propiedades preventivas y curativas de enfermedades, sobre todo porque son ricos en ácido laurico, un probado agente antivírico, antibacteriano y antimicótico. Los cocos contienen niveles altos de grasa saturada que, contrariamente a la creencia popular, es una grasa necesaria para una nutrición óptima. Hay tres tipos diferentes de grasas saturadas, y los cocos contienen el tipo más sano: los ácidos grasos de cadena media que le ayudarán realmente a perder peso mientras incrementan su salud.
Los ácidos grasos de cadena media (MCFA) abundantes en los cocos se digieren más fácilmente, y son utilizados de manera diferente por el cuerpo que las otras grasas. Mientras que otras grasas se almacenan en las células de cuerpo, los MCFA del aceite de coco se envían directamente al hígado, donde se convierte inmediatamente en energía. Tanto es así, que cuando usted come coco y aceite de coco su cuerpo lo utiliza inmediatamente para producir energía en vez de almacenarla como grasa en el cuerpo. Gracias a que esta rápida y fácil absorción se aligera la carga de trabajo del páncreas, el hígado y el sistema digestivo y el aceite de coco "acelera" su sistema metabólico. Y puesto que el aceite de coco acelera realmente su metabolismo, su cuerpo quemará más calorías al día, lo que se traduce en pérdida de peso y aumento de energía y vitalidad.
Por otro lado, numerosos estudios han demostrado el efecto contrario en las grasas no saturadas con contenido excesivo en omega-6 , como aceites de colza, sésamo, girasol, maíz, y otros aceites vegetales: pueden contribuir al hipotiroidismo y disminuir su ritmo metabólico. Los cocos tienen un alto contenido en proteínas y bajo en carbohidratos. Son también fuente de ácido fólico, de todos los tipos de vitamina B, y de minerales como calcio, magnesio y potasio.
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